martes, 13 de marzo de 2012

Escuelas Aceleradas

Llevamos varios días en clase hablando sobre las Escuelas Aceleradas. Este tipo de escuelas rompen radicalmente con la educación tradicional: no existen cursos, no existen tampoco las asignaturas, no cumplen el currículum de la manera en que está marcado y es una escuela donde todos participan. Se llaman Aceleradas porque plantean que no hay que realentizar el proceso de aprendizaje para aquellos alumnos con dificultades, sino que proponen que estos niños deben tener el mismo ritmo que el resto, por lo tanto, no bajan el nivel sino que lo aceleran para adaptarse.

Para que se forme realmente este tipo de escuela se necesitan alrededor de 5 o 6 años, porque supone como hemos dicho, una ruptura radical con el anterior sistema. Es un proceso de innovación y renovación pedagógica que está avalado por la Universidad. 

Lo primero que se hace es una reunión con el claustro de profesores y el equipo directivo y se pregunta si se quiere emprender este proyecto. Para que este proyecto tenga éxito todos los miembros deben estar de acuerdo. La responsabilidad es de todos, sino incluimos a las familias y al entorno del niño en este proceso fracasaría. Por lo tanto hay que otorgarle importancia a todos; desde los padres, alumnos y profesores pasando por todos los trabajadores no docentes de la escuela y el vecindario del colegio.

Lo más llamativo de este tipo de escuela es que desde la Administración se le da libertad para que lleve a cabo su propio proyecto.

Una de sus prioridades es el uso del lenguaje. Pretenden que se hagan muchas actividades para hablar como presentaciones, expresar ideas... quieren conseguir que los niños tengan capacidad analítica, que los niños tengan voz todo el tiempo.

Es un aprendizaje activo, por ello sus actividades son colaborativas y que les interesen a los niños, por eso es muy importante marcar un objetivo claro. Un ejemplo que se ha dicho en clase: los niños quieren hablar sobre la reproducción. Pues entonces durante 15 días en un aula determinada se va a impartir esa lección donde los padres, profesores y alumnos se apuntan si están interesados. Es decir, se lanzan hipótesis y los alumnos tienen que investigar. Para que esto funcione tiene que haber mucha oferta, muchos cursos en marcha.

Cada uno debe aportar algo: si por ejemplo el conserje del colegio sabe tocar la guitarra, pues iniciar un proyecto sobre la guitarra. O del mismo modo, si un padre sabe mucho sobre un tema, pues crear otro proyecto a partir de este. 

Para ir entrando en este tipo de escuela hay que comparar lo que tenemos con lo que queremos. Hay que ver qué tipo de educación es la que quiere el cuerpo educativo, cuidar los materiales, marcar los objetivos a corto plazo, reorganizar el edificio, etc.

Las escuelas aceleradas consiguen que a los niños les apetezca ir a la escuela, que estén motivados, que aprendan...todo esto también se refleja en que hay una reducción de problemas de disciplina y orden.



Una vez he estudiado las escuelas cooperativas como las escuelas aceleradas la conclusión que puedo extraer es que el modelo de escuela tradicional, aunque es el mayoritario, no es el único. Existen muchos modelos de escuela y todos ellos están funcionando en España en la educación privada, principalmente porque la escuela pública no permite la flexibilidad necesaria para realizar estos proyectos innovadores.

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